(pronunciado «ña-kaj«, también escrito «Ñakaj» en español)
Ñak’aq, tambien conocido como «Kharisiri», «Khari Khari», «Lik’chiri» o «Pishtaqu», es una aberración genética creada por la ciencia arcaica del dios-serpiente Amaru Wiraqucha.
Ñak’aq es un supay sumamente tímido y nervioso, que es incapaz de enfrentar a sus enemigos cara a cara. Cualquier luz o sonido fuerte puede espantarlo fácilmente.
Ñak’aq se mueve rápidamente, escondiéndose en agujeros, grietas y sombras, acercándose a sus víctimas sigilosamente, generalmente mientras estas duermen, para clavarlas con su apéndice ventral y absorber su grasa y energía vital. Cuando sus víctimas reaccionan al dolor, éstas ven frente a ellas el horroroso rostro de Ñak’aq, y sus hipnóticos ojos, los cuales les impiden moverse o gritar … solo presenciar en horror como la vida se escapa de su cuerpo lentamente.
Una vez que Ñak’aq se ha alimentado, ocurre un cambio físico y psicológico en él. Su cuerpo, antes débil y delgado, se vuelve fuerte y robusto gracias las grasas y energías vitales de sus víctimas. Y su carácter, antes tímido y cobarde, se vuelve confidente y agresivo. Cuando se encuentra en este estado, Ñak’aq disfruta de buscar nuevas víctimas a las cuales enfrenta cara a cara para degollarlas lentamente con sus largas garras. Generalmente, Ñak’aq pierde la grasa y energía absorbida en el transcurso de un día y vuelve a su estado débil y tímido.
Se dice que al dormir uno debe asegurarse de cerrar bien todas las puertas y ventanas, o sino uno deberá arriesgar que al despertase, la última cosa que uno vea, sea a Ñak’aq consumiendo sus entrañas …