(pronunciado “ma-ma oc-llo”, también escrito «Mama Ocllo» en español)

Mama Uqllu es la menor de las hermanas Ayar.

Se cree que Mama Uqllu es una hija del todopoderoso dios Wiraqucha nacida a través de padres humanos, por lo cual es considerada parte humana y parte Wiraqucha. Uqllu posee una belleza extraordinaria, la cual se considera una señal de su herencia Wiraqucha.

Uqllu es una dulce e inocente adolescente, con paciencia infinita y una eterna expresión de nostalgia en los ojos. Aunque por fuera es a veces demasiado tímida (hasta el punto de tartamudear cuando se siente avergonzada), Uqllu posee una fuerza interior, disciplina, y valor inigualables, los cuales solo salen al exterior cuando las circunstancias lo ameritan, especialmente si alguien necesita protección.

Uqllu está en una condición física excelente, gracias a su sangre Wiraqucha y a sus arduos ejercicios diarios, los cuales realizó desde temprana edad.

La distracción favorita de Uqllu es tejer, y generalmente hilvana lana mientras camina o descansa. A ella le encanta crear nuevas vestimentas, de las cuales la mayoría son creaciones para sus hermanas o sus padres, a los cuales ella adora y siempre trata de consentir.

A Uqllu también le fascina cocinar y es la ayudante predilecta de su hermana mayor Rawa, de la cual aprendió este arte. Uqllu es la mejor amiga de todas sus hermanas, a las cuales siempre escucha y da consejo.

Uqllu recientemente se casó (por matrimonio arreglado) con el soñador Manqu. Ella admira la noble alma de Manqu y le gustaría conocerlo mejor, pero por su propia timidez, y las inseguridades de Manqu, ella tiene una relación incómoda con él.

Uqllu sufre por la injusticia, la violencia, y la pobreza que pasa su pueblo … y que pasan todos los pueblos: aliados y enemigos. Ella quisiera proteger a todos, pero sabe que eso es imposible. Pero a veces al escuchar hablar a Manqu de sus sueños, con su inocente optimismo de mejorar el mundo, Uqllu llega a creer que tal vez juntos podrían crear un cambio. Y Uqllu está dispuesta a apoyar a Manqu … si él solo la dejara.