(pronunciado «ya-cu-ma-ma«)

Yakumama es una amaru (dragón-serpiente) creada por las magias negras del dios-serpiente Amaru Wiraqucha y las esencias místicas de la Esfera Primordial de Agua, la cual fue robada del templo de Waqaychaq Mama.

Yakumama vive en los océanos terrestres, nadando en los ríos, y surgiendo de los lagos. Este ser de colosales dimensiones, es una fuerza de la naturaleza a la cual se le atribuyen toda clase de fenómenos naturales, en particular las lluvias torrenciales y maremotos. Se dice que hay que hacer ofrendas a todas las Amarus Elementales para siempre tener buen tiempo.

Yakumama, al estar compuesta de Agua Primordial, es emocional, imaginativa, creativa, sensitiva, y temperamental. Yakumama tiene una afinidad con seres que comparten su temperamento y puede ser invocada y controlada más fácilmente por ellos. Yakumama tiende a ser inestable, no puede quedarse quieta en un lugar por mucho tiempo y constantemente navega de una lado a otro. Otra característica que le otorga el Agua Primordial es un cuerpo por el cual fluyen aguas de rio y gelatinosas aletas y apéndices.

Como todos los Amarus Elementales, Yakumama es sumamente sabia. Se dice que en su piel están escritos muchos de los secretos del universo y que, al hacerles ofrendas y sacrificios, Yakumama otorga sabiduría y buena fortuna. Yakumama es un ser neutral que puede ser conjurado y controlado con magia y ofrendas. Pero conjurar a Yakumama es algo sumamente peligroso, y fácilmente esta se puede volver en contra de quien la invoca.

Al descansar, Yakumama suele “disolver” su cuerpo en agua, y volverse parte de la Hidrósfera de la Tierra.